La ciudad es una
totalidad pero cada uno de los barrios que la conforman es singular, la
historia que los formó y las clases sociales que los habitan les dan
características propias y particulares. Sin embargo hay un distanciamiento
entre el barrio y su comunidad agravado por la falta de compromiso con este,
que permite en muchos casos agredirlo. Contrarrestar este desapego, recuperar
su paisaje y sobre todo su sentido de lugar, es también recuperar hábitos no
del todo perdidos. En este contexto Lluvia de Polen busca reconstruir a partir del dibujo los ante
jardines deteriorados por el abandono para reconciliarnos con dos de sus
aspectos más importantes; su capacidad de errancia y contemplación.
Iván Navarro 2012
Iván Navarro 2012
Grafito y lápices de colores sobre papel. 30 X 21 cm
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